¿Qué papel juegan las Flores de Bach con la buena fortuna?
Porque ellas son portadoras de energía beneficiosa. No hay que
olvidar que la energía antecede al pensamiento. Todo pensamiento
nace de una energía determinada y está visto que es una flecha que
siempre da en el blanco (de nuestras emociones, por lo menos). Y las
esencias florales son los remedios del alma.
Sabido es que no es lo que se dice sino cómo se dice lo que nos
afecta, No es esa palabrita en sí misma a lo que reaccionamos. Es la
ironía, el amor, la ternura o el odio que en ella se adivina lo que
nos mueve por encima de nuestra voluntad y con una vibración
característica. Si desde su interior o en su entorno usted está
rodeado de alguna clase de energía debilitante, sus pensamientos
serán debilitantes para usted; y usted se verá carente de vigor,
visión, determinación, fuerza. Comerá mal, dormirá mal y estará
alejado de sus intuiciones. Poco o nada comprenderá de sus
percepciones; haciendo lecturas equivocadas de sus experiencias
habrá malgastado ese radar con el que ha venido al mundo a explorar
y guiarse. Elegirá con rapidez más que con sabiduría; perderá
preciosos tiempo y oportunidades en decisiones inconvenientes. Así,
a la corta o a la larga, en procesos a menudo insidiosos y
prolongados, una persona va convirtiéndose neciamente en alguien
vulnerable, quejumbroso o cínico ante la vida; con las defensas
bajas, atrayendo la adversidad y quejándose de su "mala suerte".
Si conoce a alguien así, tómelo como modelo para no copiar.
¿Por dónde comenzar para generarnos buena suerte?
Abra su mente a lo nuevo y permítase la sorpresa. Ya es un hecho el
que las Flores de Bach adecuadamente trabajadas ---y quisiera
remarcar la frase "adecuadamente trabajadas" y no "tomadas como
remedio"--- hacen que nuestras capacidades afloren en conductas
satisfactorias, en percepciones acertadas y en reacciones magníficas
todo lo cual nos convierte en personas afortunadas. Al Ser humano
bien integrado con su esencia y con la naturaleza lo acompaña la
buena fortuna. Esto es una ley natural. Considerar este hecho como
algo descabellado es lo descabellado y anticuado. Las fuerzas
benéficas del Universo conspiran a favor del individuo integrado:
ellas inician un bucle energético ventajoso cuando existe armonía
entre el cuerpo, la psique y el espíritu. Esta armonía es capaz de
instaurar la esencia floral cuando se la trabaja correctamente y se
aprovechan sus favores al máximo. Por lo tanto: si ambiciona para
usted la buena fortuna, mi consejo es "trabaje las flores de Bach a
la manera de Bach".
¿Qué significa trabajar las flores de Bach a la manera de Bach?
Un trabajo floral serio va más allá que la cura de un síntoma. Se
propone sintonizar con vibraciones de alto calibre, superar los
bloqueos propios de toda personalidad y despeja la vista que quedó
nublada con arbitrariedades de un pasado mucho más completo y
complejo que el que la memoria parcializada puede mostrar. Trabajar
estas energías con maestría permite que las ambiciones auténticas
resuciten, cobren fuerza y orienten las acciones y pensamientos
hacia su concreción. Esto se logra aprendiendo a seguir la propia
guía, la de ninguna otra persona. De este compromiso mínimo una
actitud provechosa emerge con naturalidad, se enredan destinos con
un encanto como jamás podría diseñar la limitación humana. Al
cultivar la energía en el interior, pronto el sujeto experimenta un
inusitado vigor y certeza en medio de un proceso de evolución que va
desde la falta o del error a la verdad; de la ignorancia al
conocimiento y del defecto a la virtud. Toma lo bueno, descarta lo
malo. Se prende a lo importante y no malgasta sus energías en lo que
no vale la pena. Y cuando las cosas marchan ¿es que este individuo
tuvo un "golpe de suerte"?. Es que estas flechas energéticas lo
estuvieron ayudando amablemente a aclarar sus búsquedas más sinceras
y a avivar sus pasos. ¡Qué buena suerte!
El azar está siendo motivo de estudio
¡Qué maravilloso el que nos hayamos topado con una paradoja!. Ahora
por fin podemos tener esperanzas de ver progresos". Decía Niels
Bohr . Sinceramente: ¿llegaría usted a la misma esperanzada
conclusión ante una respuesta paradojal? Quienes trabajan sus flores
como ellas lo merecen, sienten avances contundentes en sus vidas.
Los demás se aturden, se decepcionan, se enojan en su ignorancia,
sufren descomposturas y se quejan de la mala suerte mientras toman
remedios para calmar sus molestias de turno. La buena suerte está
también disponible para usted si se dispone a cultivar el carácter y
la energía que debe cultivar usted en usted y en ningún otro. Si
cada cual se ocupara de lo suyo, el mundo daría las vueltas más
deprisa... Puedes llegar a cualquier parte siempre que andes lo
suficiente, decía Lewis Carroll, un matemático. Y agregaba: uno es
tan impaciente consigo mismo que nunca se irrita con la propia
estupidez.
El azar está siendo motivo de estudio. También las impresiones que
en nuestro campo magnético dejan las esencias florales. Cuando
conseguimos apoyarnos con estas benéficas energías de la naturaleza
resulta que contagiamos energía. Imprimimos vigor a lo que hacemos y
a quienes amamos. Nos sentimos dichosos por el ritmo y la dirección
que toman las cosas. Nos acomodamos mejor a los vaivenes del tiempo
y atravesamos mejor las circunstancias adversas sabiendo que la
línea de la vida no es una línea recta. En esta pseudo-agitación se
retiran las personas que deben alejarse de nuestro ámbito y llegan
esos otros que impulsarán nuestro camino. Como resultado de un
trabajo floral de excelencia es de esperar no solamente un descanso
reparador y un pensamiento más colorido, sino que es de esperar
también que el entorno cambie con el ingreso de personas, ideas y
circunstancias que se acoplarán a nuestro bienestar. Con buena
energía atraemos lo que está en consonancia con nuestro propósito y
que nos hace felices. En la jerga floral decimos siempre que "con
las flores de Bach pasan cosas". El asunto es ver qué hacen las
personas con esas cosas que les pasan como resultado de la toma de
la flor. Por eso hay que aprender a observar lo que no solía
observarse.
Actúe con sabiduría recurriendo a las fuentes de sabiduría. Las
Flores de Bach son agentes portadores de tal energía inteligente.
Trabájelas a conciencia y no tardará en notar cambios formidables en
su vida. Se dará cuenta de que la buena suerte está al alcance de
todos. La mayoría de las personas "toma flores" pero no las trabaja
correctamente y los resultados que obtienen son buenos pero
superficiales.
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sábado, 26 de enero de 2008
* la lámpara de diógenes *
¿Contamos con la lámpara de Diógenes?
Así es. Y ella no es privilegio de unos pocos iluminados maestros,
gurúes, santos ni místicos. Pero hay que reflexionar, buscar
verdades sin miedo ni duda. Y por ello tenemos hoy responsabilidades
nuevas. Por ejemplo, cuidar nuestros pensamientos porque a través de
ellos tenemos poder de "manifestación" sobre la vida. Cuidar las
palabras, elegirlas con sabiduría porque con ellas tenemos el poder
de marcar el destino. Cuidar nuestras influencias, sean éstas
parientes, maestros, compañeros, asesores, amigos, música, libros,
programas de tv o de cibernética. La información que elegimos
digerir es de nuestra responsabilidad máxima. Hoy la información es
invasora como nunca antes: se mete en el Living de la casa o en
nuestro correo sin pedir permiso, nos cambia el humor y con él, el
color del día entero. La energía de la información, de los afectos,
de pensamientos y emociones cuenta porque ellas pueden tan bien
acariciar como lastimar; pueden impulsarnos tanto como detenernos.
Por lo tanto, procurarnos influencias productivas, estimulantes,
edificantes para uno mismo no es asunto menor para esas cosas de la
buena fortuna. Es una responsabilidad que se agrega en el mundo de
hoy a quienes aspiran al propio desarrollo, a mejorar en lo que se
propongan mejorar sea esto trabajo o salud, a alcanzar la alegría y
satisfacciones reales. Una de las maneras de asumir estas
responsabilidades y retos nuevos es aplicarse al ejercicio del
desafío. Desafiar por ejemplo, la veracidad de teorías anticuadas,
de prejuicios que detienen, o de culpas aprendidas de memoria y
comenzar a narrarse a uno mismo otras historias y enhebrar nuevas
esperanzas. Porque las historias que nos contamos y las esperanzas
que acariciamos involucran esa calidad de pensamientos, y por ende,
de energías, que definen la suerte de alguien.
¿Hay alguna fórmula mágica para seducir a la buena fortuna?
Si y no es un canto a la ilusión: hay recursos concretos para
cumplir con estas responsabilidades en medio del torbellino que a
menudo nos toca vivir. Hay fórmulas que parecen mágicas a base de
Flores de Bach. Si, leyó bien: Flores de Bach para atraer la buena
fortuna.
"¿Recuerda cuando se ridiculizaban las "ondas invisibles" y las
corrientes eléctricas?. La sabiduría del hombre está aún en la
infancia", decía Albert Einstein.
Antes se cansará la razón de imaginar que el Universo de
maravillarnos, decía a su vez, Blaise Pascal. De modo que más vale
que nadie se sorprenda. Si hoy nos sonreímos ante la creencia
generalizada de la antigüedad según la cual la Tierra era sostenida
por tortugas y elefantes gigantes, es justo preguntarse cuáles de
nuestras actuales creencias harán sonreír a los hombres del futuro;
qué prejuicios de nuestra cultura actual considerarán ellos una
ingenuidad; o una muestra de "falta de desarrollo".
Así es. Y ella no es privilegio de unos pocos iluminados maestros,
gurúes, santos ni místicos. Pero hay que reflexionar, buscar
verdades sin miedo ni duda. Y por ello tenemos hoy responsabilidades
nuevas. Por ejemplo, cuidar nuestros pensamientos porque a través de
ellos tenemos poder de "manifestación" sobre la vida. Cuidar las
palabras, elegirlas con sabiduría porque con ellas tenemos el poder
de marcar el destino. Cuidar nuestras influencias, sean éstas
parientes, maestros, compañeros, asesores, amigos, música, libros,
programas de tv o de cibernética. La información que elegimos
digerir es de nuestra responsabilidad máxima. Hoy la información es
invasora como nunca antes: se mete en el Living de la casa o en
nuestro correo sin pedir permiso, nos cambia el humor y con él, el
color del día entero. La energía de la información, de los afectos,
de pensamientos y emociones cuenta porque ellas pueden tan bien
acariciar como lastimar; pueden impulsarnos tanto como detenernos.
Por lo tanto, procurarnos influencias productivas, estimulantes,
edificantes para uno mismo no es asunto menor para esas cosas de la
buena fortuna. Es una responsabilidad que se agrega en el mundo de
hoy a quienes aspiran al propio desarrollo, a mejorar en lo que se
propongan mejorar sea esto trabajo o salud, a alcanzar la alegría y
satisfacciones reales. Una de las maneras de asumir estas
responsabilidades y retos nuevos es aplicarse al ejercicio del
desafío. Desafiar por ejemplo, la veracidad de teorías anticuadas,
de prejuicios que detienen, o de culpas aprendidas de memoria y
comenzar a narrarse a uno mismo otras historias y enhebrar nuevas
esperanzas. Porque las historias que nos contamos y las esperanzas
que acariciamos involucran esa calidad de pensamientos, y por ende,
de energías, que definen la suerte de alguien.
¿Hay alguna fórmula mágica para seducir a la buena fortuna?
Si y no es un canto a la ilusión: hay recursos concretos para
cumplir con estas responsabilidades en medio del torbellino que a
menudo nos toca vivir. Hay fórmulas que parecen mágicas a base de
Flores de Bach. Si, leyó bien: Flores de Bach para atraer la buena
fortuna.
"¿Recuerda cuando se ridiculizaban las "ondas invisibles" y las
corrientes eléctricas?. La sabiduría del hombre está aún en la
infancia", decía Albert Einstein.
Antes se cansará la razón de imaginar que el Universo de
maravillarnos, decía a su vez, Blaise Pascal. De modo que más vale
que nadie se sorprenda. Si hoy nos sonreímos ante la creencia
generalizada de la antigüedad según la cual la Tierra era sostenida
por tortugas y elefantes gigantes, es justo preguntarse cuáles de
nuestras actuales creencias harán sonreír a los hombres del futuro;
qué prejuicios de nuestra cultura actual considerarán ellos una
ingenuidad; o una muestra de "falta de desarrollo".
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* ESCENCIAS *
* Flores de Bach *
Las Flores de Bach
¿Qué son y cómo actúan?
Al hablar de las esencias florales de Bach, algunas personas me han preguntado si se trata de un elixir mágico, o si los terapeutas florales nos valemos de ellas para que la persona realice su autocuración convencida de que son las florales las que lo hacen (esto es conocido como efecto placebo).
Tal vez no sea del todo fácil entender el pensamiento profundo del Dr. Bach, pero considero que ningún truco es necesario. Los remedios florales que el Dr. Bach descubrió, son extraídos de las flores que crecen espontáneamente en las orillas de los caminos. Se los obtiene por métodos totalmente naturales, sin agregados, lo cual les da la característica de ser inocuos y de no provocar efectos colaterales. El Dr. Edward Bach había buscado durante años un sistema que ayudara "a las personas que sufren, a las personas que desesperan", como dice en la introducción de su libro "LA CURACIÓN POR LAS FLORES". En busca de dicho sistema, estudió y ejerció con enorme éxito como médico, bacteriólogo, homeópata, sin que ninguna de sus hallazgos lo satisficiera por completo. Desde un comienzo, su gran preocupación como médico había sido siempre la persona, el ser humano, más que la enfermedad que éste tenía. En sus consultas trabajaba permanentemente con sus pacientes dándoles alivio y consuelo con su palabra, con su presencia y su energía, más allá de la ayuda que proporcionaba como profesional.
Así, tras el descubrimiento de las primeras esencias florales, en 1930 decidió dejar su famoso consultorio de la calle Harley Street, derivar sus pacientes a sus colegas, y empezar de nuevo en el campo, en busca del sistema que el sabía que ayudaría a las personas de un modo menos agresivo que cualquier otro que ya conociese.
Bach dedicó su vida a observar a las personas, a conocer sus reacciones, y constató que, en su vida diaria, muchas personas actuaban o reaccionaban de modo similar, aún padeciendo diferentes males. Esto lo convenció de que ninguna enfermedad podía ser tratada genéricamente, sino que era fundamental conocer el estado mental y anímico del paciente antes de dar un tratamiento específico. En definitiva, que era más importante el paciente que la enfermedad.
Tras años de estudio, Bach logró establecer siete grandes grupos de personas, según los estados de ánimo que mostraba cada uno de ellas:
- Los que sienten temor.
- Los que se preocupan excesivamente por el bienestar de los demás.
- Los que son hipersensibles a otras influencias e ideas.
- Los que sienten incertidumbre.
- Los que no tienen interés por su presente circunstancia.
- Los que están abatidos o desesperados.
- Los que se sienten solos.
Trabajó con los distintos tipos de sentimientos negativos que podía desarrollar cada grupo, al tiempo que encontraba una flor que contrarrestaba dicho sentimiento. Con el descubrimiento de las Esencias florales, Bach logró por fin cumplir su cometido de ayudar al ser humano a encontrar su armonía interior: cada esencia floral del sistema, ayuda a la persona a tomar consciencia del estado en el que se encuentra para que pueda alcanzar la virtud contraria al "defecto" de personalidad (así lo llamaba Bach), que está desarrollando. Al hacer desaparecer temores y dudas, las florales logran estabilizar el pensamiento; así el sistema nervioso se relaja, mejorando el funcionamiento físico. Esto significa que las florales no actúan directamente sobre el organismo, sino sobre el estado de ánimo que fue el causante del mal en el cuerpo. Y todos sabemos, que al eliminar la causa, también suprimimos el síntoma, evitando así la enfermedad o la repetición de la misma. Es así de sencillo y de complejo a la vez.
Lamentablemente, como en todo, siempre se cometen abusos. Los preparados de flores de Bach, por ser totalmente naturales y no contener conservantes ni aditivos, tienen una duración aproximada de entre 30 y 45 días, según la época del año. Esto no es tenido en cuenta por aquellos que han puesto tan en boga los famosos "KITS", que ya se venden listos para consumir en algunas farmacias, anunciando "KIT PARA ADELGAZAR", o "KIT PARA LA DEPRESIÓN", etc., etc., etc. Obviamente, la fecha de elaboración no figura en el frasquito. No es que éstos preparados puedan hacer daño a la persona que los toma, simplemente no le hacen ningún efecto. Así, personas que han usado estos KITS, afirman, y con razón, que las florales no sirven para nada.
Tampoco se tiene siempre en cuenta que, por la misma razón de fabricación natural, y siendo las flores de Bach un preparado que actúa sobre la parte más sutil de la persona, que es su energía, los frascos no deben ser expuestos al sol ni pueden permanecer mucho tiempo abiertos, dado que su contenido se volatiliza con facilidad. Sí es posible llevarlos consigo en un bolsillo o una cartera mientras se lo está consumiendo, pues esto no altera su contenido.
Otro dato importante: Bach afirmaba que así como la Luna rige las mareas o los ciclos menstruales, entre otras cosas, también rige nuestros estados de ánimo. Por esa razón, el consideraba que un tratamiento de florales por temas puntuales, no debía durar menos de dos Lunas completas (28 + 28 = 56 días). Como cada frasco, con tomas normales de cuatro veces al día, dura alrededor de dos semanas, su cálculo equivale a cuatro frascos. En casos de depresión o problemas más serios, aconsejaba prolongar el tratamiento por un mínimo de seis meses. En algunos casos, desde las primeras tomas la persona ya comienza a sentir los efectos. Otros necesitan del segundo, del tercero y aún del cuarto frasco para sentir algo. Pero no hay que preocuparse por esto, en todos los casos, las florales están actuando igual, sólo que la persona no tiene la suficiente sensibilidad para percibirlas dentro de sí mismo, o no está lo necesariamente atento a sus cambios como debería estarlo.
Desde la muerte del Dr. Edward Bach, en 1936, hasta nuestros días, el sistema de las 38 florales por él creadas, ha sido conocido y utilizado por miles de terapeutas florales con gran éxito en diferentes tratamientos. Tal vez aún no haya sido reconocido en todos los ámbitos, por no ser posible analizar los efectos de su sistema en forma racional y científica Sin embargo, en los últimos años, gracias al avenimiento de la química molecular, la medición de energías través del efecto Kirlian y los avances increíbles de la ciencia y de la cibernética, cada vez más los efectos de las esencias florales pueden ser medidas y comprendidas por los hombres de ciencia, y sin duda en poco tiempo más, el sueño de Bach de transformar su sistema en un recurso al alcance no sólo de los terapeutas y médicos sino de todos los hogares, será una realidad.
¿CUÁL ES LA FUNCIÓN DE UN TERAPETUA FLORAL?
Los que trabajamos con su sistema, tenemos la responsabilidad de transmitir, lo mejor posible, las ideas de Bach sobre el concepto de enfermedad. El decía que cada persona debía tomar consciencia de qué es lo que piensa, y de que si no está como en verdad quisiera estar, es simplemente porque no esta entendiendo cuáles son los dictados de su propia alma, y como decía Bach, "está actuando contra la Unidad" (se refería a la propia unidad entre cuerpo, mente y espíritu). Las florales nos empujan a reencontrar el equilibrio entre ellos, nos conectan con nuestro ser más profundo y nos llevan a encontrar la alegría, la serenidad, o el amor dentro de nosotros mismos.
Por eso los terapeutas florales no curamos. Somos simples intermediarios que buscamos brindar comprensión y contención. Que deseamos acompañar a la persona en su búsqueda de la verdad interior que lo llevará a aprender de sí mismo, a crecer, a transformarse en un ser cada vez más evolucionado, que pueda conocerse a sí mismo y no necesite ni de la enfermedad ni del sufrimiento para expresarse. En un ser que viva en armonía y en paz, aún dentro de un mundo turbulento.
Debemos tomar consciencia de que cada uno de nosotros es capaz de agregar un granito de arena a la gran Unidad, a través del amor universal, pero que para respetar al prójimo debemos comenzar por respetarnos a nosotros mismos.
Ese era el deseo del Dr. Bach, y quienes tenemos verdadera consciencia de lo que es su sistema, lo transmitimos con amor, apoyados por su guía espiritual, ya que su presencia siempre está entre nosotros, llevándonos por el camino correcto, aconsejándonos como es dable a un verdadero maestro.
Staff de Crecimiento Interior.
¿Qué son y cómo actúan?
Al hablar de las esencias florales de Bach, algunas personas me han preguntado si se trata de un elixir mágico, o si los terapeutas florales nos valemos de ellas para que la persona realice su autocuración convencida de que son las florales las que lo hacen (esto es conocido como efecto placebo).
Tal vez no sea del todo fácil entender el pensamiento profundo del Dr. Bach, pero considero que ningún truco es necesario. Los remedios florales que el Dr. Bach descubrió, son extraídos de las flores que crecen espontáneamente en las orillas de los caminos. Se los obtiene por métodos totalmente naturales, sin agregados, lo cual les da la característica de ser inocuos y de no provocar efectos colaterales. El Dr. Edward Bach había buscado durante años un sistema que ayudara "a las personas que sufren, a las personas que desesperan", como dice en la introducción de su libro "LA CURACIÓN POR LAS FLORES". En busca de dicho sistema, estudió y ejerció con enorme éxito como médico, bacteriólogo, homeópata, sin que ninguna de sus hallazgos lo satisficiera por completo. Desde un comienzo, su gran preocupación como médico había sido siempre la persona, el ser humano, más que la enfermedad que éste tenía. En sus consultas trabajaba permanentemente con sus pacientes dándoles alivio y consuelo con su palabra, con su presencia y su energía, más allá de la ayuda que proporcionaba como profesional.
Así, tras el descubrimiento de las primeras esencias florales, en 1930 decidió dejar su famoso consultorio de la calle Harley Street, derivar sus pacientes a sus colegas, y empezar de nuevo en el campo, en busca del sistema que el sabía que ayudaría a las personas de un modo menos agresivo que cualquier otro que ya conociese.
Bach dedicó su vida a observar a las personas, a conocer sus reacciones, y constató que, en su vida diaria, muchas personas actuaban o reaccionaban de modo similar, aún padeciendo diferentes males. Esto lo convenció de que ninguna enfermedad podía ser tratada genéricamente, sino que era fundamental conocer el estado mental y anímico del paciente antes de dar un tratamiento específico. En definitiva, que era más importante el paciente que la enfermedad.
Tras años de estudio, Bach logró establecer siete grandes grupos de personas, según los estados de ánimo que mostraba cada uno de ellas:
- Los que sienten temor.
- Los que se preocupan excesivamente por el bienestar de los demás.
- Los que son hipersensibles a otras influencias e ideas.
- Los que sienten incertidumbre.
- Los que no tienen interés por su presente circunstancia.
- Los que están abatidos o desesperados.
- Los que se sienten solos.
Trabajó con los distintos tipos de sentimientos negativos que podía desarrollar cada grupo, al tiempo que encontraba una flor que contrarrestaba dicho sentimiento. Con el descubrimiento de las Esencias florales, Bach logró por fin cumplir su cometido de ayudar al ser humano a encontrar su armonía interior: cada esencia floral del sistema, ayuda a la persona a tomar consciencia del estado en el que se encuentra para que pueda alcanzar la virtud contraria al "defecto" de personalidad (así lo llamaba Bach), que está desarrollando. Al hacer desaparecer temores y dudas, las florales logran estabilizar el pensamiento; así el sistema nervioso se relaja, mejorando el funcionamiento físico. Esto significa que las florales no actúan directamente sobre el organismo, sino sobre el estado de ánimo que fue el causante del mal en el cuerpo. Y todos sabemos, que al eliminar la causa, también suprimimos el síntoma, evitando así la enfermedad o la repetición de la misma. Es así de sencillo y de complejo a la vez.
Lamentablemente, como en todo, siempre se cometen abusos. Los preparados de flores de Bach, por ser totalmente naturales y no contener conservantes ni aditivos, tienen una duración aproximada de entre 30 y 45 días, según la época del año. Esto no es tenido en cuenta por aquellos que han puesto tan en boga los famosos "KITS", que ya se venden listos para consumir en algunas farmacias, anunciando "KIT PARA ADELGAZAR", o "KIT PARA LA DEPRESIÓN", etc., etc., etc. Obviamente, la fecha de elaboración no figura en el frasquito. No es que éstos preparados puedan hacer daño a la persona que los toma, simplemente no le hacen ningún efecto. Así, personas que han usado estos KITS, afirman, y con razón, que las florales no sirven para nada.
Tampoco se tiene siempre en cuenta que, por la misma razón de fabricación natural, y siendo las flores de Bach un preparado que actúa sobre la parte más sutil de la persona, que es su energía, los frascos no deben ser expuestos al sol ni pueden permanecer mucho tiempo abiertos, dado que su contenido se volatiliza con facilidad. Sí es posible llevarlos consigo en un bolsillo o una cartera mientras se lo está consumiendo, pues esto no altera su contenido.
Otro dato importante: Bach afirmaba que así como la Luna rige las mareas o los ciclos menstruales, entre otras cosas, también rige nuestros estados de ánimo. Por esa razón, el consideraba que un tratamiento de florales por temas puntuales, no debía durar menos de dos Lunas completas (28 + 28 = 56 días). Como cada frasco, con tomas normales de cuatro veces al día, dura alrededor de dos semanas, su cálculo equivale a cuatro frascos. En casos de depresión o problemas más serios, aconsejaba prolongar el tratamiento por un mínimo de seis meses. En algunos casos, desde las primeras tomas la persona ya comienza a sentir los efectos. Otros necesitan del segundo, del tercero y aún del cuarto frasco para sentir algo. Pero no hay que preocuparse por esto, en todos los casos, las florales están actuando igual, sólo que la persona no tiene la suficiente sensibilidad para percibirlas dentro de sí mismo, o no está lo necesariamente atento a sus cambios como debería estarlo.
Desde la muerte del Dr. Edward Bach, en 1936, hasta nuestros días, el sistema de las 38 florales por él creadas, ha sido conocido y utilizado por miles de terapeutas florales con gran éxito en diferentes tratamientos. Tal vez aún no haya sido reconocido en todos los ámbitos, por no ser posible analizar los efectos de su sistema en forma racional y científica Sin embargo, en los últimos años, gracias al avenimiento de la química molecular, la medición de energías través del efecto Kirlian y los avances increíbles de la ciencia y de la cibernética, cada vez más los efectos de las esencias florales pueden ser medidas y comprendidas por los hombres de ciencia, y sin duda en poco tiempo más, el sueño de Bach de transformar su sistema en un recurso al alcance no sólo de los terapeutas y médicos sino de todos los hogares, será una realidad.
¿CUÁL ES LA FUNCIÓN DE UN TERAPETUA FLORAL?
Los que trabajamos con su sistema, tenemos la responsabilidad de transmitir, lo mejor posible, las ideas de Bach sobre el concepto de enfermedad. El decía que cada persona debía tomar consciencia de qué es lo que piensa, y de que si no está como en verdad quisiera estar, es simplemente porque no esta entendiendo cuáles son los dictados de su propia alma, y como decía Bach, "está actuando contra la Unidad" (se refería a la propia unidad entre cuerpo, mente y espíritu). Las florales nos empujan a reencontrar el equilibrio entre ellos, nos conectan con nuestro ser más profundo y nos llevan a encontrar la alegría, la serenidad, o el amor dentro de nosotros mismos.
Por eso los terapeutas florales no curamos. Somos simples intermediarios que buscamos brindar comprensión y contención. Que deseamos acompañar a la persona en su búsqueda de la verdad interior que lo llevará a aprender de sí mismo, a crecer, a transformarse en un ser cada vez más evolucionado, que pueda conocerse a sí mismo y no necesite ni de la enfermedad ni del sufrimiento para expresarse. En un ser que viva en armonía y en paz, aún dentro de un mundo turbulento.
Debemos tomar consciencia de que cada uno de nosotros es capaz de agregar un granito de arena a la gran Unidad, a través del amor universal, pero que para respetar al prójimo debemos comenzar por respetarnos a nosotros mismos.
Ese era el deseo del Dr. Bach, y quienes tenemos verdadera consciencia de lo que es su sistema, lo transmitimos con amor, apoyados por su guía espiritual, ya que su presencia siempre está entre nosotros, llevándonos por el camino correcto, aconsejándonos como es dable a un verdadero maestro.
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